Los amantes de la vida en el campo, que están deseando que llegue el fin de semana para poder hacer una escapada a lugares más verdes, pueden crear su particular oasis en la ciudad con un salón de inspiración rústica. Un salón que les recuerde sus escapadas a casas rurales en plena naturaleza.
En la decoración de estas casas rurales suelen predominar materiales tradicionales como la madera, el ladrillo, la piedra o el hierro forjado. Encontrar en la ciudad apartamentos con piedra o ladrillo a la vista es complicado, por no decir casi imposible. Crear una pared de piedra resulta poco económico, así que toca echar mano de la imaginación y la creatividad. Encontrar algo que reproduzca el aspecto de una pared de piedra, pero a un precio más asequible, como por ejemplo un fotomural. Colocado únicamente sobre una parte de la pared, creará un atractivo contraste con una pared blanca.
Para lograr un ambiente acogedor y natural, mezclaremos muebles de madera de diferentes tonalidades, jugando con la contraposición entre claros y oscuros. Otra opción es apostar por madera natural o reciclada, una de las tendencias actuales en decoración. Una vieja estantería o puerta puede tener una nueva vida como una mesa de comedor. Además, para dar vida a la decoración del salón, podemos añadir algunas plantas para trasladar una pequeña parte de la naturaleza a este refugio campestre para almas atrapadas en el universo urbanita.
Complementaremos la decoración con accesorios como jaulas de pájaros de acabado oxidado y viejas botellas de vidrio reciclado, que pueden ser utilizadas como jarrones. Sin olvidar los textiles, en los que jugaremos con gamas de tonalidades tierra, ocres y blancos.
¡Y ya tenemos un refugio en el que aislarnos del ritmo agitado de la ciudad!