El estilo decorativo romántico construye ambientes que invitan a la relajación y la calma, que transmiten energía positiva. Espacios que parecen sacados de las páginas de una novela de la escritora Jane Austen, inspirados en la estética de la época victoriana, que combina elementos barrocos con estampados de delicadas flores inglesas. Durante un tiempo el romanticismo fue sinónimo de cursilería, de ambientes excesivos y recargados, pero esto no se corresponde con la realidad actual. El sirve como contrapunto al estilo industrial o masculino, dulcificando su aire frío, y creando ambientes únicos.

Fotomural primavera lago

Las paredes pueden ser un lienzo perfecto para dar un aire romántico a tu hogar. Embellécelas con el papel pintado flow, en el que unas delicadas flores amarillas cobran protagonismo sobre el fondo gris, o llénalas de ramas con el diseño valence summer, que combina hojas y ramas en blanco sobre un fondo plateado. Crea un acogedor combinando el con textiles en tonos pastel, lámparas transparentes, muebles y pequeños elementos de vidrio. Un rincón cálido en el que pasar las tardes las lluviosas tardes de otoño, disfrutando de la lectura de un gran libro o de una película en buena compañía.

Quizás el papel de no te resulte inspirador, pero existen otras opciones para poner un poco de romanticismo en tus paredes. Puedes trasladar a tu habitación la llegada de la primavera a orillas de un lago con este fotomural. En esta idílica imagen, el sol primaveral se asoma tímidamente tras los árboles, bañando con sus rayos un campo de vivos tonos verdes, salpicados por delicadas violetas silvestres. Combínalo con muebles clásicos de en tonos caoba, pequeños marcos con fotografías, espejos de aires y pequeños cestos con flores.

Tal vez te parezca que este estilo decorativo, que potencia la belleza, el amor por las épocas pasadas y lo vintage es cosa de abuelas. ¡Precaución! Puede que regrese con más fuerza que nunca ante el avance silencioso de la revolución ‘twee'. El nuevo fenómeno cultural que observa el futuro con la mirada puesta en el pasado y que amenaza con terminar con el reinado cool de los hipster.