El vinilo es un complemento decorativo de lo más original que puede darle un toque muy especial a cualquier rincón de nuestro hogar. Existen múltiples estilos, colores y formas por lo que no será difícil encontrar aquel que mejor se adecue a nuestro estilo. Además su colocación es sencilla por lo que podemos realizarlo nosotros mismos sin ninguna dificultad, solo es necesario seguir una serie de consejos para que el vinilo quede perfectamente fijado a la pared y evitar que se arrugue o se despegue.
– En primer lugar es necesario elegir muy bien el sitio donde queremos colocarlo, para ello hay que tener en cuenta el tamaño del espacio del que disponemos de forma que se adapte perfectamente. La clave está en encontrar el equilibrio en la proporción.
– El vinilo consta en primer lugar del transfer, que se corresponde con el papel superior, y el cual utilizaremos como base para presionar y dejarlo fijado al producto. Justo en la mitad está el vinilo, que es la parte que quedará adherida a nuestra pared, y por último está el papel protector o soporte, el cual protege el pegamento del vinilo.
– A la hora de colocarlo debemos disponerlo de forma que el transfer quede a la vista y el soporte quede orientado hacia la pared. Una vez que fijemos el vinilo a la misma lo sujetaremos con un poco de cinta adhesiva en la parte superior.
– Para que quede bien pegado uno de los secretos es retirar el protector tirando muy despacio, de esta manera el vinilo luce perfecto, sin ningún tipo de burbujas ni arrugas en el lugar que hemos elegido.
– A continuación es necesario retirar el transfer, es aquí donde hay que tener especial cuidado, ya que si lo hacemos de forma incorrecta el vinilo puede quedar adherido al transfer. Para evitarlo podemos pasar una espátula por encima de este, de esa forma quedará firmemente fijado a la pared, y habremos cumplido con nuestro objetivo que no es otro que proporcionar a la estancia de un pincelada de estilo personal.
– Si los vinilos vienen en un mismo papel pero son independientes tan solo debemos cortar el papel y colocar cada pieza donde más nos guste.
Si seguimos estas claves no tendremos ningún problema a la hora de decorar nuestra casa, ya que crearemos espacios llenos de vida con cada vinilo que elijamos. Una buena idea es incluir a toda la familia en ello para que cada uno escoja el que más se adapte a su carácter y forma de ser.